Esfera redonda que emite un sonido armonioso cuando es agitada. Una leyenda le otorga la facultad de proteger y
favorecer el bienestar a quien lo posee. Se lleva a modo de colgante en el cuello, aunque también puede ser ubicado en el hogar, preferiblemente
en una puerta o en una cuna, porque, al abrir y cerrar, provocaremos que el llamador de ángeles se mueva y haga sonar sus notas.
Es muy utilizado por las embarazadas, que se lo ponen a modo de colgante largo a la altura del ombligo,
de esta manera acompaña a madre y bebe con su melodÍa suave, como el de unas campanillas.
Según la tradición y leyenda avisa a nuestro Ángel Guía, el “Ángel de la Guarda” para obtener su protección.